Para Lucas elegí un cortador nuevo que estrené para la ocasión con forma de cáliz y también las cruces.
La verdad es que me gustan más como quedan cuando son de niña, pero en ésta ocasión, decoradas en blanco con puntitos en amarillo y azul marino, quedaron muy bien.
Los cálices, en amarillo y blanco, eran la primera vez que los hacía y me gustó más la idea de no cubrir con glasa la parte de arriba y dejar que se viera la galleta, pues me parecía más real.
Como siempre, están embolsadas individualmente y llevan una etiqueta con el nombre del niño y la fecha. Va decorada con un angelito.
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