Las había de dos clases.
Las casacas de marineros y las clásicas cruces.
Éste año las cruces las decoré dándoles un toque de color, ya que sólo con el amarillo quedaban demasiado claritas, así que usé el azul marino para contrastar.
En éstas fotos podéis apreciar también las etiquetas, que son iguales que las que hice para mis hijos, pues me encanta la combinación de azulito y beige.
Como detalle personal, le preparé una maceta pintada y decorada con arpillera, con cuatro galletas. Dos cruces, una casaca marinera y un cáliz, usando el molde nuevo que compré.
No hay comentarios:
Publicar un comentario