El año pasado, mi hijo el mayor tuvo que hacer para el instituto un trabajo de francés. Le dije que si quería, podíamos hacer unas galletas para los de su clase, y claro, él encantado.
Tenía unas galletas congeladas que me sobraron de otra ocasión, con formas básicas, círculos y cuadrados.Con eso y un poco de fondant, mucha paciencia y pulso,y la ayuda de mi marido, porque si no las terminaba a las tantas, salieron éstas galletas, que , por cierto, no duraron ni un minuto.
No hay comentarios:
Publicar un comentario